Operation Finale

Whola Lawrenian@s!

Este fin de semana he visto en la plataforma Netflix la película Operation Finale que trata sobre una de las operaciones secretas más conocidas del servicio secreto israelí (el Mossad) llevada a cabo en el año 1960 para capurar al prófugo nazi Adolf Eichman que vivía plácidamente en Buenos Aires (Argentina). Esta operación se denominó "Operación Garibaldi" en honor al nombre de la calle donde residía en Buenos Aires.

Como esta pelícla se deja muchas cosas en el tintero y puede que haya algún espectador que no sepa de dónde venimos cuando empieza la cinta (los sucesos pasados), voy a intentar hacer un breve resumen para que conozcamos "de dónde venimos".

Dirigida la cinta por Chris Weitz, la historia pretende dar a conocer los pormenores de esta operación, desde el soplo que pone en aviso al Mossad de que Adolf Eichman (Ben Kingsley) está en Buenos Aires con una identidad falsa, pasando por la organización de toda la operativa de la misión hasta la ejecución de la misma.

Durante este periplo nos presentan a una serie de personajes que intentan que empaticemos con los motivos que llevan a cada uno de ellos a arriesgar su propia vida por conseguir llevar al criminal nazi ante la justicia israelí. La mayoría de ellos han perdido a algún familiar durante el Holocausto en los campos de concentración y, tantos otros, en fusilamientos masivos que se hacían a las afueras de los pueblos por los que las SS pasaban.

El reparto tiene algunos rostros muy conocidos como Oscar Isaac, Sir Ben Kingsley o Mélanie Laurent, que ponen todo de su parte para involucrarnos en esta búsqueda de la justicia cuando parecía que todo había terminado tras los Juicios de Nuremberg en los que los jerarcas nazis que fueron capturados tras el fin de la II Guerra Mundial fueron sometidos a la justicia que, por primera vez, crearon legislación y, a posteriori, jurisprudencia para condenar por Crimenes contra la Humanidad. Dentro de esta tipología se incluía el exterminio, la esclavitud, la deportación, etc...

Hubo muchos jerarcas nazis que no pudieron ser condenados ya que consiguieron fugarse al final la guerra (otros se suicidaron o fueron "ajusticiados" en las calles por las propias víctimas), en la mayoría de los casos gracias a la estrecha relación que tenían con el Vaticano, utilizando salvo conductos de La Cruz Roja para asentarse en países "cercanos" a la dictadura de Hitler, como fueron Argentina, Brasil y España.

Entre estos criminales fugados estaban, entre otros, Adolf Eichman (el creador de la Solución Final), Josef Mengele (el Ángel de la Muerte de Auschwitz) y Klaus Barbie (el Carnicero de Lyon).

Con el fin de los Juicios de Nuremberg, el mundo daba por cerrada la etapa de la II Guerra Mundial pero, como pasa siempre, las víctimas nunca olvidan y siguen reclamando justicia independientemente del tiempo que pase.

Por ese motivo, en el año 1947, el hoy famoso cazador de nazis Simon Wiesenthal (preso judío en el campo de concentración de Mauthausen) creó el Centro de Documentacion Judía para recopilar toda la información posible con el objetivo de capturar a criminales nazis y llevarles ante la justicia.

Y es así como empieza la historía, con un chivatazo de Simon Wiesenthal al Mossad de la posible ubicación de Adolf Eichman. Cuando se cercioran de que la información parece correcta, el primer Ministro Israelí aprueba la Operación Garibaldi, enviando un equipo especial a Buenos Aires para secuestrar y llevar a Israel al creador de La Solución Final.

Durante los 109 minutos que dura la película, veremos a este equipo liderado por Oscar Isaac jugando al espionaje para conocer los movimientos de Eichman, sus horarios, sus hábitos diarios... para por fin el 11 de Mayo de 1960 ser capturado y llevado al piso franco para confirmar su identidad.

Es en este momento de la trama cuando la tensión crece en el film ya que el equipo de Oscar Isaac tiene que convivir durante varios días con el hombre responsable de que sus seres queridos fueran asesinados. A través de sesiones persuarorias (inicialmente) tratan de conseguir una autorización firmada de Eichman dando su aprobación para ser trasladado a Israel para ser sometido a juicio por sus crímenes. Claro, como te puedes imaginar, no quiere firmar porque sabe que eso es su condena de muerte pues "la historia siempre la escriben los vencedores" y querrán que sea él el cabeza de turco de las atrocidades cometidas por sus camaradas pues, como siempre decían los nazis: "Yo sólo cumplía ordenes".

Con el paso de los días, se les acaba el tiempo para poder volver a Israel y Oscar Isaac se da cuenta que mediante la persuasión no van a conseguir nada pues Eichman es un experto en el arte de la intimidación, así que decide probar otra estrategia. Oscar trata de engatusar al nazi diciéndole que tiene derecho a defender su honorabilidad, que el juicio será justo y que tiene que dar a conocer al mundo todo lo que sabe, contar su verdad.

Finalmente Eichman accede a firmar y se lo llevan para Israel donde es sometido a juicio.

Una vez vista la película, me he quedado como al principio ya que, por una parte, soy conocedor de esta historia por lo que no me han planteado nada nuevo y, por otra, creo que gastan mucho metraje de película haciéndo juicios de valor constantemente, en lugar de aprovechar ese tiempo y contarnos cosas que tengan mayor interés para el espectador y que sean menos conocidas como por ejemplo: cómo consigue llegar a Buenos Aires desde la Alemania nazi, viendo las verguenzas de el Vaticano o del peronismo en Argentina, donde iba a parar mucho del oro nazi.

Lo dicho, me quedo con la sensación de ver otra vez lo mismo pero con un elenco de actores más atractivo.

Espero que os haya gustado esta crítica.

Un abrazo Lawrenian@s!