sábado, 1 de septiembre de 2018

La zona gris (2001)

Whola Lawrenian@s!!!

Cuando hablo con algún conocido sobre cine de la 2ª Guerra Mundial, el Holocausto o el nazismo, siempre salen títulos como La lista de Schindler, La vida es Bella, el Pianista o los Falsificadores. Sin duda, estas son obras imperecederas dentro de la historia del cine y cada una de ellas nos aporta una visión muy diferente de las barbaridades perpetradas durante el tercer Reich alemán.

Hay otras grandes olvidadas de este género que rara vez suelen salir en los rankings de las 10 mejores películas sobre el Holocausto pero no por ello son menos destacables. Este es el caso de: La zona gris, realizada en 2001 por Tim Blake Nelson. Está basada en los hechos reales relatados en el libro Los hundidos y los salvados, escrito por el superviviente Primo Levi, quien estuvo prisionero en Auschwitz y alcanzó mundialmente la fama gracias a su libro "Si esto es un hombre".


Hay mucha gente que no conoce esta película, ya sea porque no es tan popular como otras mencionadas anterioremente o porque, dicho sea de paso, no es una película para todos los públicos. Me explico: hay un tipo de espectador que cuando ve películas sobre el nazismo, por norma general, lo que busca es ver un entretenimiento sin tampoco querer ver de manera demasiado explícita la crueldad que hay detrás de muchas escenas. Esto es absolutamente normal ya que cada persona tiene un mecanismo de protección para evitar que nos involucremos en exceso en entender o empatizar con situaciones que podrían llevarnos a la locura (al intentar comprender el por qué de esas situaciones). Lo malo es que al quedarnos en esa primera capa de la cebolla estaremos simplemente arañando la superficie.

Otro tipo de espectador no se conforma con esa primera capa de la cebolla y busca algo más, aun sabiendo que esa curiosidad tendrá un precio a pagar porque durante la película desconectaremos ese mecanismo de protección interno y seremos cómplices (compañeros de viaje, si lo preferís) en mayor o menor medida de las atrocidades y agravios realizados a todo aquel que era diferente a nosotros y que, aún a día de hoy (79 años después) nos siguen removiendo las entrañas.

La zona gris es para este segundo tipo de espectadores, ya que nos agarra de la pechera desde los primeros minutos y nos introduce en el campo de concentración de Auschwitz, en el día a día de un grupo especial de prisioneros denominado Sonderkommando (comando del gas y de los hornos crematorios) que aunque disfrutan de una serie de privilegios como por ejemplo siempre tener comida encima de la mesa, no realizar trabajos forzados como el resto de sus compañeros e incluso tener ciertas libertades (muy acotadas, por supuesto)... También eran los responsable de engrasar día a día la maquinaria de la muerte, guíando a los nuevos prisioneros desde su llegada al campo hasta que se convertían en humo y cenizas.

En este film acompañaremos durante 108 minutos a los prisioneros que acaban de llegar a Auschwitz en un viaje hacia el Infierno más absoluto.
 
Este viaje empieza cuando los reos, tras llegar al campo, son conducidos a unos vestuarios en los que los miembros del Sonderkommando les indicaban que debían desnudarse para darche una ducha y así desinfectarse para evitar introducir enfermedades en el campo.

Les trataban con cierta amabilidad con el objetivo de trasladar calma y seguridad pues si alguien descubría la realidad de lo que iba a pasar, entrarían todos los presos en pánico y, aunque el final fuera a ser el mismo (no había otra opción), todo el proceso sería mucho más complicado: es más fácil que te dejes matar a que opongas resistencia.

Les indicaban que debían dejar todas sus pertenencias (maletas, joyas, ropas, calzado) bien ordenadas y colocadas para que cuando salieran de la ducha pudieran encontrar rapidamente las mismas. Entonces eran introducidos en estas "duchas" que no eran otra cosa que habitaciones de unos 130 m2 (11,66m. x 11,20 m. según los planos) con alcachofas de ducha en el techo y que una vez estaban todos los prisioneros dentro, cerraban la puerta hermética y los soldados de las SS introducían desde el techo de la cámara varias cápsulas del gas Zyklon B (pesticida utilizado para controlar las plagas en los campos).


 
Este gas reaccionaba con la humedad que había dentro de la sala, provocando en las personas los siguientes síntomas en este orden:
  1. Sofocación y espasmos
  2. Pérdida del control del esfinter: Esto provocaba que las personas se orinaban y defecaban sin poder evitarlo. Peor era en el caso de las mujeres que si estaban con la regla, menstruaban de manera desmesurada.
  3. Pérdida del conocimiento
  4. Muerte cerebral
  5. Estado de coma
  6. Muerte del individuo
 Esta agonía duraba entre 12 y 20 minutos, que parece poco tiempo pero os propongo hacer un ejercico: Mirad el reloj y fijaos lo que dura que pase un minuto, 60 segundos. Ahora multiplicarlo por 15 y súmale que eres consciente de cada uno de los 6 síntomas que he mencionado anteriormente.... Debía de ser horroroso.


Cuando acababa todo, abrían la puerta para que se ventilara y saliera el gas restante, procediendo así a extraer los cadáveres de la sala para hacer un registro de los mismos (en busca de dientes de oro o joyas escondidas en el ano/estómago). Es entonces cuando encuentran a una joven que increiblemente ha sobrevivido al gas. Uno de los protagonistas (David Arquette) decide que hay que hacer algo bueno e intentar salvar a la chica.


Otros compañeros (entre los que se encuentra Steve Buscemi), quieren aprovechar el "trato de favor" que reciben para organizar un motín con el objetivo de inutilizar el crematorio IV y aprovechar la confusión de los nazis para escaparse. Muchos compañeros no están de acuerdo con el plan ya que viven con relativa comodidad y creen que son indispensables para los nazis, "¿por qué arriesgarnos a que nos maten?"



Sin embargo, nuestro querido Harvey Keitel que en esta ocasión hace de oficial nazi, hará todo lo posible para evitar que los miembros del Sonderkommando tengan éxito en sus planes.


Continuamos en la zona de spoilers.


Aunque consiguen esconder a la chica, Buscemi se enfada porque cree que esto pondrá en riesgo el motín y en ese momento llega Harvey Keitel quien al ver a toda la cuadrilla junta, cree que traman algo porque Buscemi no debería estar en ese edificio y termina ejecutándolo. Mientras tanto, la chica está escondida detras de la ropa de trabajo del Kommando. La chica no es descubierta pero todos han entendido lo fugacidad de su vida: nadie conseguirá jamás huir del campo y, mucho menos bajo el mando de Keitel.

Después de este suceso, todos los que no estaban inicialmente muy por la labor de hacer un motín, entienden que es la única manera de salir con vida de ese infierno ya que, en caso de que termine la guerra, Keitel no dejará que nadie del Sonderkommando salga vivo pues saben demasiado.


Es así como terminan de planificar el motín, para lo cual será indispensable la participación del grupo de prisioneras (entre las que se encuentra la  olvidada Mira Sorvino), quienes conseguirán robar explosivos de una fábrica de armas.


Inician el plan explotando una parte del crematorio IV y cuando los guardias van a ver qué ha ocurrido, se inicia una confrontación a disparos que, evidentemente, los presos no pueden ganar.

Al final, los 250 prisioneros amotinados son ejecutados, incluida la chica que habían conseguido salvar.


Después de haber leído mi crítica, creo que ya sabréis por qué decía que según el tipo de espectador que seáis os gustará más o menos esta película ya que no será un paseo por el campo de concentración. Aquí veremos las entrañas del mismo, teniendo como punto de encuentro los crematorios y seremos testigos en toda su crudeza de la dureza del día a día dentro de un Sonderkommando.

Si después de esta película tenéis ganas de conocer mejor cómo era el día a día de estos Kommandos, os recomiendo el libro de Shlomo Venezia (Sonderkommando), uno de los pocos supervivientes del mismo.


Espero que os haya gustado mi crítica.

Un abrazo Lwarenianos!

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