sábado, 22 de diciembre de 2018

Bajo la arena (Under sandet)

Whola Lawrenian@s!!!

Hoy os traigo una joyita de película que conocí hace tiempo gracias a una recomendación de mi querido crítico de cine Miguel Juan Payan (que una vez más, acierta con su recomendación) y que me ha sorprendido muy gratamente por su planteamiento maduro y por demostrar una vez más que a día de hoy aún hay muchas grandes historias que contar sobre la Segunda Guerra Mundial (al igual que me pasó recientemente con la película EL CAPITÁN).

BAJO LA ARENA es una película danesa rodada en 2015 por Martin Zandvliet, un director que para mi era desconocido pero que a partir de ahora voy a seguir muy de cerca gracias a su trabajo en esta magnífica película.

 
Quizás me estoy engorilando demasiado pero tras el visionado pongo este film en el top del ranking de mis cintas favoritas del cine bélico pero que realmente son películas antibelicistas, como por ejemplo: Senderos de Gloria, Hasta el último hombre, El Gran Dictador, Apocalipse Now o La Chaqueta Metálica.

No soy conocedor del cine danés y quizás eso haya provocado que haya retrasado el momento de ver esta cinta pensando que podría ser una película muy sobria, con ritmo muy lento y, una vez más, qué equivocado que estaba....

Y a todo esto, ¿de qué trata Bajo la Arena?

Cuando en mayo de 1945 finaliza la Segunda Guerra Mundial (al menos en los campos de batalla) con la rendición de Alemania, un grupo de soldados alemanes capturados en Dinamarca son obligados a limpiar la costa danesa de las minas nazis que habían quedado tras el conflicto. Basada en hechos reales, estos soldados alemanes (que no dejan de ser unos niños entre 15 y 18 años) son humillados y tratados con sadismo por el simple hecho de ser alemanes, lo que a los ojos de los daneses los convierte en nazis inmediatamente. Bajo las órdenes del Sargento Carl (Roland Moller) estos soldados son alentados a limpiar toda la playa bajo la promesa de ser liberados, arriesgando sus vidas a diario con la esperanza de volver a sus hogares y soñando con el prometedor futuro que les espera en una Alemania que tiene que ser reconstruida.





El gran acierto que tiene la película es que marca una línea en el suelo y diferencia perfectamente entre alemanes y nazis. Siempre se ha dicho que la historia la escriben los ganadores y la Segunda Guerra Mundial no iba ser la excepción, haciendo que universalmente todos los soldados alemanes hayan sido tachados de nazis y eso es muy injusto porque había de todo, desde fanáticos de Hitler que cometían con gusto todo tipo de atrocidades justificando posteriormente que "Ellos sólo cumplían órdenes" hasta personas a las que se les "ofrecía" ir al frente o recibir una bala en la cabeza por alta traición. Para entender esto basta recordar que durante los últimos meses de la guerra Joseph Goebbels instó a niños y ancianos a defender Berlín aún sabiendo que la guerra estaba perdida, esa era la catadura moral de los jerifantes del Tercer Reich. Como ejemplo, aquí tenéis a Hitler en sus últimos días otrogando una medalla al valor a un niño por reventar un tanque ruso.


Otro de los grandes aciertos del film es el reparto que está encabezado por Roland Moller (el sargento danés Carl, tutor de estos soldados alemanes) que se come la pantalla. Tiene un físico espectacular y un carisma de actor con bastante bagaje, con una cara que me recuerda un montón a Jean Reno y a Mark Strong ¿os pasa a vosotr@s lo mismo?



Una de las declaraciones de intenciones es el principio de la cinta, con ese sargento Carl conduciendo el Jeep viendo una marcha de alemanes cuando, de repente, ve a un soldado alemán con la bandera danesa y decide bajarse del vehículo para propiciarle una tremenda paliza a ese soldado por portar la bandera de su país. Ahí es cuando dije: "vale, esto va en serio y no van a vender la típica idea de que cuando terminó la guerra todo era paz y amor... de eso nada".


Esa rabia que muestra el protagonista hacia los soldados alemanes al principio de la cinta es la que alimentaba a muchos de "los vencedores" tras la IIGM, las ansias de venganza y por ello envían a este grupo de soldados alemanes (que si alguno tiene 18 años, da gracias) a limpiar las playas y jugarse la vida desactivando las minas sin ninguna protección. Como diría el superior de sargento Carl: "Mejor ellos que nosotros...".

Al principio, el propio Carl es de la misma convicción que su superior, manteniendo diálogos muy duros con estos jóvenes, asegurando que "nos da igual que os muráis de hambre, nos da igual que saltéis por los aires con una mina".


A mi modo de ver, estas convicciones "antinazis - antialemanes" empiezan poco a poco a hacer aguas en Carl gracias a las siguientes cuatro situaciones:

  1. Cuando uno de los chicos vuela por los aires mientras desactivaba una mina, mutilándolo. Suplicando ayuda y pidiendo volver con su madre, es llevado al hospital de campaña pero finalmente muere. Es aquí cuando Carl empieza a darse cuenta de que estos soldados no son más que niños y que su error ha sido nacer en Alemania pero que están muy lejos de ser nazis. Veremos en este momento el primer acto de compasión de Carl, robándo comida del campamento militar danés para dársela a estos jóvenes y mintiéndoles sobre su compañero herido, asegurándoles que "se recupera con éxito y que pronto volverá a casa".
  2. Cuando uno de los soldados gemelos muere y su hermano queda "tocado" por el terrible suceso. Aquí veremos al sargento empatizando con el chico e incluso mostrando cierta compasión.
  3. Cuando a mitad de la noche descubre a sus superiores humillando a los jóvenes, con escenas tan duras como uno de los daneses meando en la cabeza a uno de los niños o metiéndoles la cara de otro de los niños en el culo de un soldado danés. Aquí es cuando empiezan a reprochar a Carl que esté cogiendo cierto cariño a estos jóvenes: "recuerda que son alemanes aunque sean niños, es tu trabajo enseñarles lo que hicieron sus compatriotas aquí" a lo que el sargento responde que "son sólo unos niños que cuando tienen miedo llaman a su madre". Esta escena es de las más bestias y sádicas de toda la película, pero es coherente con la historia que nos están contando, es decir, que no se bajan los pantalones ni se ponen sensibleros.
  4. Cuando la niña de la granja se pone a jugar en mitad de la playa, la madre va corriendo a pedir ayuda a los jóvenes alemanes y son ellos los que arriesgan el pellejo por sacar a la niña con vida de la arena. Es aquí cuando el gemelo que queda vivo decide acabar con todo, no encontrando razón para vivir y se suicida caminando por la playa.
 
 
Pero claro, en este viaje de Carl hacia la cordura y el sentido común se tambalea cuando después de jugar un partido con los chicos lanza la pelota a su perro en la playa en una de las zonas que ya estaban limpias de minas y el perro vuela por los aires. El sargento se arrepiente en este momento de haber sido tan comprensivo con los chicos y vuelve a tratarles como escoria alemana.


La reconciliación final se da cuando casi todos los jóvenes están cargando en una camión las minas desactivadas y de repente una de ellas explota, detonando todas las minas del camión, matándoles a todos excepto a cuatro de ellos que se encontraban desactivando minas en la playa.


Con la playa ya limpia, Carl decide cumplir su promesa de liberarles pero su superior dice que de eso nada, que son "personal experto" y que aún quedan muchas playas por limpiar. Aquí se dará un enfrentamiento verbal entre ambos pero, al final, las órdenes son órdenes.

Veremos a los cuatro jóvenes llegando a otra playa en la que les dicen que han sido unos privilegiados por contar con mapas de dónde estaban las minas, que en esta playa hay que ir buscándolas porque no saben dónde están (imagínate la situación, tremendo... y esto fue real...).


Finalmente, Carl saca a los jóvenes de la playa y les deja a 500 metros de la frontera con Alemania, dándoles la libertad prometida.

Como decía al principio de este artículo, esta película es una joya a la par que dura por los hechos que nos cuentan pero necesaria para comprender un poco mejor las luces y sombras de la IIGM, al igual que nos pasaba con Los Falsificadores.

Espero que os haya gustado la review.

Un abrazo Lawrenian@s!!!

viernes, 21 de diciembre de 2018

Yo Confieso

Whola Lawrenian@s!!!

Hoy traigo al blog una cinta que no suele salir en los rankings sobre las mejores películas del maestro del supense Alfred Hitchcock pero que igualmente merece un hueco entre sus películas más memorables: YO CONFIESO. También es cierto que ha ayudado bastante a olvidar esta película que Hitchcock haya renegado de ella casi desde su estreno, asegurando que fue un encargo que nunca debió aceptar...




Estrenada en 1953, la película se basa en la novela de Paul Anthelme en la que un refugiado alemán (Otto Keller, interpretado por O. E. Hasse), asesina a un abogado cuando éste lo sorprende robándole en su casa. Vestido con sotana, el asesino huye a la parroquia donde esconde la sotana y se confiesa con el reverendo Michael Logan (Montgomery Clift), un piadoso sacerdote que oye su y no puede decir nada porque el sacramento de penitencia le prohíbe denunciar el crimen. Todo se complica cuando los testigos del asesinato apuntan a un sacerdote como posible culpable ya que el asesino vestía sotana, haciendo que las evidencias circunstanciales señalen directamente a Logan como el principipal sospechoso ya que era el único cura de la zona sin coartada para esa noche (anda, que menudos Judas sus compañeros... serán cabrones!!!).



Durante los 95 minutos que dura la película, la historia da varios giros con respecto al pasado del sacerdote y sobre su relación con su "amiga" la actriz Anne Buxter que no ha podido evitar seguir enamorada de él. Mezclando intriga y suspense como sólo él sabía hacer, Hitchcock nos atrapa y nos mantiene agarrados al sofá con el dilema moral que plantea la película ¿debemos hacer lo que creemos correcto o debemos seguir las normas que rigen nuestras vidas a pesar que ello conlleve dejar en libertad a un asesino?



Inicialmente, Hitchcock pensó en Cary Grant o James Stewart para el papel principal pero no pudo ser ya que ambos actores se llevaban como el perro y el gato con Montgomery Clift (que no os voy a engañar, el chiquilli era un trasto...).

Aunque es cierto que Clift trasmite perfectamente con sus gestos, con su cara y con su pose la figura de un hombre que carga sobre sus hombros un gran peso (ese secreto de confesión), también es verdad que durante todo el rodaje dió muchísimos problemas ya que la mayor parte del tiempo estaba borracho como una cuba. Dicen las malas lenguas que se pasaba el día besando en la calva a Hitchcock a la vez que le decía: ¡¡¡Qué pájaro eres, Alfredo!!! (Show me your little bird, Alfred!!!)... Esto es coña Lawrenian@s pero seguro que os he arrancado una sonrisilla... xD. 



Sólo un dato, en la escena del reencuentro en el ferry entre Clift y Anne Buxter, ahí el actor iba pasado de pacharán, fijaros cuando la volváis a ver. Me lo imagino corriendo al timón gritando: Vamos Chanquete, déjame que lo aparque!... Tenía más peligro que David Carradine en un Ikea...

Con respecto a la novela, hay un dato importante que en la película se suprimió por el tema de la censura que era que Logan había tenido un hijo con su prometida (Buxter) antes de hacerse sacerdote. Los estudios decidiron suprimir esta parte ya que no era políticamente correcto y al amigo Hitchcock le pareció correcto (como buen católico que era...).


Después de ver la película, me quedo con una sensación extraña: por una parte sé que no estamos entre una de las obras maestras del director pero, por otra, tiene su magia, lo cuál hace que sólo por eso, ya sea especial.

Para terminar, indicar que recientemente he visto una película de nuestro tiempo que en cierta manera me recuerda a esta cinta, que se llama Calvary, con un actor que me vuelve loco: Brendan Gleeson.



Espero que os haya gustado esta crítica.

Un abrazo Lawrenian@s!!!

domingo, 9 de diciembre de 2018

Kagemusha

Whola Lawrenian@!

Ha costado pero al fin traigo una super review de una de mis películas favoritas del maestro Akira Kurosawa: Kagemusha.


En el año 1537 el señor Takeda Shingen se encuentra en medio de una guerra con los distintos señores feudales para controlar Japón cuando es herido mortalmente. Moribundo, ordena a su hermano que encuentre un doble que se haga pasar por él tras su muerte y mantengan la farsa durante tres años y que luego cuenten la verdad pero que, sobre todo, no inicien ninguna guerra con los otros señores pues eso supondrían el fin del clan Takeda. De esta manera, su hermano encuentra al Kagemusha (la sombra del guerrero), un delincuente que físicamente era idéntico al lider Shingen. A partir de este momento, el círculo cercano de Shingen sólo tiene un objetivo: convertir a este delincuente en el comandante de 25.000 samurais.


Desde el primer momento Kurosawa encontró muchas dificultades para conseguir financiación para rodar esta película. Por aquel entonces (1980), George Lucas y Francis Ford Coppola ya eran grandes admiradores del maestro y, al enterarse de estas dificultades, intercedieron para que la 20th Century Fox abriera la mano con la financiación.


Es decir, que tenemos que dar las gracias a Lucas y Coppola por poder disfrutar de esta obra maestra. Sin duda, no se equivocaron al ayudar a Kurosawa ya que nada más estrenarse la película fue un éxito rotundo.

Una de las cosas que más me maravilla de este director es que parte de unas premisas sencillas y consigue construir historias tremendamente complejas con personajes poliédricos con los que es fácil encariñarse o, al menos, identificarse. Y por favor, que nadie me malinterprete cuando hablo de tramas sencillas, lo digo como un cumplido ya que consigue dotar de épica a historias, a priori, cotidianas:
  • Ran: Un señor feudal que en el cenit de su vida, quiere retirarse y repartir sus tierras con sus tres hijos y terminan a palos... Puro Shakespeare (El rey Lear).
  • Yojimbo: Dos bandos se enfrentan por el dominio de un pueblo y llega un Ronin que quiere sacar tajada de ambos bandos y le curten el lomo.
  • Los siete samurais: Unos bandidos saquean un pueblo cada temporada y los habitantes del mismo buscan ayuda para defenderse de estos delincuentes, contratando a un grupo de ronins. Seis años después se estrenaría la versión western: Los siete Magníficos.
Otra de las cosas que me maravillan de esta cinta es el apartado visual... Una vez más Kurosawa demuestra su destreza como director jugando con las luces y sombras, utilizando una paleta de colores espectacular, aprovechando colores vivos (rojos, verdes, azules, rosas...) para resaltar a los personajes sobre los espacios abiertos u oscuros.


Esto unido a que no hay CGI (todo está hecho a mano) hace que en las escenas a campo abierto, cuando vemos a 500 guerreros con armaduras de diferente color dependiendo de sí pertenecen a infantería, caballería... consigue dotar estos planos de una sensación de inmensidad increible, te das cuenta de que lo que ves, está pasando realmente... no son cuatro gatos luchando y luego desde la sala de montaje le meten mano para que parezcan 2000.


Si señores, así es como se hacían las películas hace años, se planteaban como retos que había que superar y gracias a ello tenemos películas grandiosas como Lawrence de Arabia, Espartaco o Ben-Hur.

Vale, vale, apago el modo "abuelo cebolleta" arbolando al bandera de que cualquier tiempo pasado fue mejor... Ha sido un lapsus Pre-Navideño ☺️.

Como hace ya 38 años del estreno de esta película, creo que podemos entrar en spoilers, ¿verdad?


Cuando muere Shingen, su hermano Nobukado presenta a los generales al Kagemusha y todos quedan asombrados ante el parecido de este ladrón con su difunto lider. Todos aprueban el engaño, ya que era la última voluntad de Shingen pero su alegría no dura mucho ya que Kagemusha (no os voy a mentir, era un trasto...) decide levantarse en mitad de la noche para robar el tesoro que cree que esconden en un gran odre de barro pero, al romperlo, descubre que dentro está el cadaver embalsamado de Shingen, descubriendo así que no estaba haciendo de doble sino que directamente estaba sustituyendo al lider al 100%.


Kagemusha se niega a seguir con el engaño y lo dejan en libertad pero cuando los generales arrojan el odre al Lago Suwa, Kagemusha descubre a varios espias del bando enemigo que han visto toda la escena y creen haber descubierto que el lider del clan Takeda está muerto y ha sido "hundido" en el lago. Asustado, se lo cuenta a los generales y deciden darle otra oportunidad para hacerse pasar por Shingen y hacen una fiesta en honor al dios del lago, anunciando al pueblo que los generales han hecho una ofrenda de sake a este dios (de esta manera los espías son engañados).



Superado el contratiempo con los espías, ahora llegaban otras dos pruebas de fuego:
  • Engañar a las concubinas: En la cama no podría engañarlas por lo que Kagemusha y Nobukado argumentan que tras la últimas heridas en batalla, el amo Shingen se fatiga con facilidad. De esta manera consigue no acostarse con las concubinas, que al verle desnudo descubrirían que no es su verdadero señor (no posée sus famosas cicatrices de guerra).
  • Engañar a su nieto: Al principio el niño no reconoce a su abuelo delante de todos sus generales pero Kagemusha, que es muy cuco, le hace la 13-14 y cuando el niño se despista le pone su casco de batalla y el niño se lo pasa pirata con el casco y dice: "que era broma, que sí que es mi abuelo...." Y Kagemusha diciendo: "La madre que parió al jodío niño, la que ha estado a punto de liar..."
Por último, queda retomar los asuntos militares reuniendo a todos sus generales e incluso al propio hijo de Shingen (que es conocedor de la muerte de su padre) y exige al impostor que diga lo que deben hacer para hacer frente a los ataques de los otros señores feudales. Kagemusha, que está muy agustito en casa y tenía la ropa de batalla en el tinte, se limita a decir el lema del Clan Takeda: "Rápido como el viento, fiero como el fuego, sereno como el bosque y firme como una montaña".


El chiquillo de Shingen no se queda tranquilo (porque es culo de mal asiento) y decide lanzarse a la batalla sin la aprobación de los generales y Kagemusha acude en su ayuda en la Batalla de Takatenjin, de la cual salen victoriosos.


Y claro, Kagemusha se viene arriba creyendose invencible, habiendo engañado a todos y decide montar el caballo favorito de Shingen (que a partir de aquí llamaremos Piticli) pero, a la vez, el más salvaje, el único que sólo era capaz de montar el propio Shingen. Y aquí viene una de las grandes lecciones de la película: puedes engañar a todos pero un animal sabe reconcocer a su dueño... Kagemusha se monta en el caballo y de repente se oye relinchar al caballo y segundos después se oye un hostión.... que sin verla ya me ha dolido hasta a mí... Piticli, que se ha encabritado...!

Cuando las concubinas lo están auxiliando, al quitarle la ropa ven que no tiene las cicatrices de guerra, descubriendo así que es un impostor.

Desterrado y humillado, abandona el palacio para observar que el chiquillo de Shingen toma el control del clan Takeda, siendo su primera medida atacar a su archienemigo, Nobunaga, que controla Kyoto.

Desobedeciendo una vez más los consejos de sus generales, el chiquillo envía a todas sus tropas contra Nobunaga y una tras otra van siendo diezmadas ante la impotencia de los generales que ven como la profecía de Shingen se cumple ("no entréis en guerra con los otros jefes, que al final nos curten el lomo...").


El Kagemusha, que les ha seguido hasta el campo de batalla, contempla impotente la matanza, cogiendo al final una lanza para inutilmente enfrentarse al ejército de Nobunaga, siendo acribillado.

Moribundo, llega hasta el mar y vemos en la escena final como yace muerto en el mar siendo arrastado por las olas junto a un estandarte del clan Takeda.


Para que la escena final sea todavía más épica, la música es simplemente increible. Es de las típicas bandas sonoras que sin saber de qué va la película ya entiendes que está pasando algo épico. Os la dejo por si queréis oirla: OST Kagemusha 

Espero que os haya gustado esta review y que me dejéis vuestros comentarios.

Un abrazo Lawrenian@s!!!

lunes, 19 de noviembre de 2018

Los Malditos

Whola Lawrenian@s!!!

Hoy voy a hablaros del comic LOS MALDITOS, una vuelta de tuerca a la mítica historia bíblica del amigo Caín.


Escrita por Jason Aaron y dibujada por R.M. Guéra, nos adentran en una Tierra apocalíptica cuya decadencia empezó hace 1655 años cuando nuestro protagonista, Caín, inventó el asesinato al matar a su propio hermano Abel. Tras este crímen, Caín fue expulsado del Edén, vagando por el páramo siendo testigo de las atrocidades y depravaciones cometidas por el ser humano.

Y precisamente así empieza la historia, con nuestro protagonista dado por muerto en la arena en mitad del yermo y un niño desde una piedra le mea encima. Toda una declaración de intenciones, ¿no os parece?


Caín se despierta y vemos que ha sido despojado de sus pertenencias por una banda que se dedica al pillaje y, claro, no se le ocurre otra cosa que ir a recuperar sus pertenencias al más puro estilo Mad Max 2. En esta primera escena de acción ya vemos que la cosa va en serio, con escenas sangrientas y muy bestias donde cualquier objeto es usado para machacar a los contrincantes.


Explorando el yermo comprobaremos la crueldad y el salvajismo al que puede llegar el ser humano con escenas que van desde masacres y secuestros de niños hasta un Noé profeta que no duda en decapitar con su hacha a cualquier salvaje que ose llevarle la contraria.


Esta crueldad pesa como una losa sobre nuestro protagonista ya que entiende que toda la sangre derramada es a consecuencia de su crimen. Esto nos los muestran con ayuda de algún flashback con el que veremos la vida idílica que llevaba Caín en el Edén, rodeado de campos verdes llenos de flores y vida para una viñeta después volver al yermo mas innerte.


Es entonces cuando encuentra a una mujer que desesperada busca a su hijo que ha sido raptado por una de esas bandas. Por primera vez en mucho tiempo Caín decide involucrarse para ayudar a otro semejante buscando quizás en esto una redención personal.

Con este tomo la editorial Planeta Comic nos ofrece durante 160 páginas un relato sobrio pero contundente en su resolución, acompañado de escenas sangrientas, casi gore... llegando a su punto álgido con el enfrentamiento entre Caín y un gigante que lo muele a palos...


Una vez finalizado el comic sólo puedo decir que es una maravilla, que se lee de una atacada y que no puedo esperar a que salga el siguiente tomo.

Espero que os haya gustado la crítica.

Un abrazo Lawrenian@s!

domingo, 18 de noviembre de 2018

Moonshine

Whola Lawrenian@s!!!

Hoy os voy a hablar de un comic relativamente nuevo, creado en 2017 pero publicado en español este 2018 y que ya sólo por la portada merece la pena comprarlo. Moonshine gira en torno al mundo de los ganster, el analfabetismo y misticismo (=bestialidad) de la América profunda y, por si fuera poco, los hombres lobo... Todo ello ambientado en la época de la ley seca ¿Qué os parece?


Sus autores, Brian Azzarello (escritor) y Eduardo Risso (dibujante), son veteranos en esto de crear novelas gráficas revolucionarias, ya lo hicieron con 100 BALAS.

En esta ocasión tenemos en origen un comic de grapa que finalmente ha sido reeditado por PLANETA CÓMIC en un tomo de 152 páginas (incluyendo portadas alternativas) que agrupan varias tiradas. Personalmente, como lector de formato físico, prefiero mucho más los comic en libro o tomo más que en grapa.

Y a todo esto... ¿De qué trata Moonshine?

Como indicaba al inicio de la crítica, la historia está ambientada en la eṕoca americana de la ley seca (1920-1933) en la cual nuestro protagonista, Lou Pirlo, se gana la vida como matón para un ganster (Joe "el jefe" Masseria) de la gran ciudad.


Nuestro protagonista siempre había conseguido salir airoso de diferentes "encargos" que Joe le había mandado gracias a su labia y, por eso mismo, no veía mayor dificultad en cumplir su nueva misión: Viajar a las montañas de Virginia para convencer a Hiram Holt (el mejor destilador ilegal de alcohol) de firmar un acuerdo de negocios entre este y Joe.

Lou consigue llegar hasta Holt pero, lejos de encontrarse un paleto sureño fácil de convencer, descubre a un tipo tan duro e inteligente como cualquier jefe de la mafia.


Pasan los días sin que Lou consiga cerrar el acuerdo de negocios con Holt por lo que Joe empieza a dudar de la capacidad de su hombre para resolver la situación y decide enviar a sus hombres de confianza (entre nosotros, sus matones...) pensando que ellos serán más "convincentes" con Holt.

Mientras tanto, Lou persiste en cumplir su misión y para ello se adentra en los bosques descubriendo así que Holt no sólo quiere preservar su negocio sino también un terrorífico secreto de familia.

Todo ello en medio de tiroteos espectaculares, llenos de sangre y visceras a veces por culpa de las balas y a veces por la ayuda de algún ser peludo que no deja títere con cabeza.


Uno de los grandes aciertos de este comic es que la historia está viva y va mutando con cada página que leemos, siendo inicialmente similar a una novela negra o policiaca hasta llegar a convertirse al final en una historia de terror... pero terror de verdad, del de la vieja escuela, del que generaba miedo e impotencia en los protagonistas que se escenificaba con aquellas viñetas de los ojos de la víctima, grandes y brillantes que sin saber de qué tenían miedo, el lector incoscientemente pensaba: "joder, esto va en serio, de aquí no sales vivo...".


Además, las viñetas tienes un paleta de colores espectacular, con tonos sepia que visualmente nos introducen en esa época dorada de los ganster de Chicago, de Al Capone... Una delicia.

La única pega que le encuentro a este comic es que sólo está en el mercado el primer tomo y claro, yo que soy impaciente por naturaleza, ahora estoy mordiéndome las uñas (literalmente) hasta que salga el próximo tomo para deborarlo, al más puro estilo de uno de los personajes peludos de esta historia :).

Una joya que no os debeis perder.

Espero que os haya gustado esta crítica.

Un abrazo Lawrenian@s!