sábado, 20 de octubre de 2018

Vacaciones en el Infierno (2012)

Whola Lawrenian@s!

Ha sido necesario que pasen seis años para que por fin vea Vacaciones en el Infierno, una película de acción con tintes de thriller en la que Mel Gibson vuelve a brillar como actor después de una década en la que había pasado desapercibido a nivel actoral (desde que en 2002 protagonizase Señales).


Es cierto que en 2004 dirigió La pasión de Cristo y en 2006 Apocalypto, dos películas muy interesantes y valientes, pero esto es a nivel de dirección. Como actor lo ha tenido muy dificil para volver a protagonizar algún film de renombre debido a asuntos personales tales como: realizar comentarios homófobos, acusaciones de violencia de género, abuso del acohol... Si a esto le sumas que sufre trastorno bipolar y que se le calienta la lengua cada dos por tres y toca las narices a la gente que mueve la pasta en Hollywood pues claro, al final se pasa la mayoría del tiempo en su casa viendo Saber Vivir. Esto es una pena porque a nivel personal será lo que sea pero es un gran actor y ha demostrado que dirigiendo puede hacer cosas muy interesantes como las mencionadas anteriormente o, más reciente, Hasta el último hombre, sin duda una de las mejores películas del cine bélico antibelicista.


En esta ocasión se pone a las órdenes del director Adrian Grunberg (que ya había trabajado con Mel en Apocalypto como asistente de dirección), quien consigue que durante los 95 minutos que dura la película nos olvidemos del tiempo gracias a un montaje trepidante, unos protagonistas interesantes que durante toda la historia están maravillosos y un guión muy bien escrito sin dejar que decaiga el ritmo en ningún momento.

Este director será quien lidere el proyecto de Rambo V y tras ver esta película, creo que es una buena elección.

Y, en resumidas cuentas... ¿de qué trata la película?

Driver (Mel Gibson) esta huyendo (disfrazado de payaso) de la policía en una persecución en coche trepidante justo en la frontera entre EEUU y México. Vemos que en los asientos de atrás del coche va su compañero que está herido y llevan un botín de varios millones de dólares. La persecución finaliza con un salto del coche a la valla fronteriza, dando varias vueltas de campana sobre suelo Mexicano.


Inicialmente los agentes fronterizos de México iban a devolver a Driver a los americanos y así "evitarse un montón de papeleo" pero al ver todo el dinero (dos millones de dólares, ahí es nada...) que hay en el coche deciden quedárselo para ellos y aquí paz y después gloria...

A Driver lo encierran en la prisión El Pueblito sin ni siquiera crearle una ficha policial, es como si no existiera, de esa manera nadie preguntaría por el dinero que los dos agentes fronterizos se habían quedado. Esta cárcel es muy peculiar ya que no hay celdas como tal, es una especie de comuna en la que conviven los presos y en la que si tienes dinero, tienes comodidades.


Rápidamente se da cuenta de que para sobrevivir en la cárcel necesita dinero y empieza de manera isibilina a robar a los jefecillos hasta que un chiquillo de diez años empieza a chantajearle a él con contar a los jefecillos que es él quién les está robando. ¿Qué le pide a cambio de su silencio? Un cigarrillo, que tiene un vicio el chaval...


A partir de aquí Driver empezará a intimar con el niño para comprender mejor cómo funciona la jerarquía de la cárcel y, de esa manera, empezar a pensar en cómo salir de alli o, por lo menos, ser quien maneje el cotarro.


La trama, que inicialmente se presentaba como una aventura de fuga carcelaria tipo La gran evasión, se trasforma en un thriller carcelario en  la que se fusionan tres tramas que acabarán siendo la misma:
  1. Driver quiere escapar de la cárcel porque no robó dos millones, sino cuatro, con lo que pretende huir con los dos millones restantes.
  2. El niño es vital para el mafioso que controla la cárcel, ya que es la única persona que tiene su mismo grupo sanguineo y lo necesita para que cuando llegue el momento, le trasladen su hígado. Como en el fondo Driver es un sentimental, se involucra demasiado con el chico y su madre, haciendo que su misión de escapar ocupe ahora un segundo plano.
  3. El dueño del dinero, al que Driver ha robado, quiere su dinero y venganza.


¿Cómo creéis que terminará esta historia?

Tendréis que descubrirlo por vosotros mism@s.

Para terminar esta crítica, quiero reiterar mi alegría a reencontrarme con un Mel Gibson que ya daba por perdido, con escenas de acción muy bien resueltas, con unos diálogos muy divertidos que en muchas ocasiones acaban con más de un guantazo a Mel y que me ha recordado en gran medida a Martin Riggs (Arma Letal).

Cuándo termina la película me he quedado con ganas de más minutos, quería conocer más acerca del pasado de Driver y verle repartiendo mandanga de la buena.

Espero que os haya gustado esta crítica.

Un abrazo!

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