lunes, 4 de febrero de 2019

Marshal Bass 1 Black & White


Whola Lawrenian@s!!!

Después de leer la saga de cuatro cómics de Undertaker por recomendación de mi querido Miguel Juan Payan, quedé fascinado con la historia y decidí darle una oportunidad al género western del que tanto había renegado.

Por eso compré el primer tomo de Bluberry que aún no he comenzado y este primer tomo de Marshal Bass que acabo de terminar y quería compartirlo con tod@s vosotros.


La historia comienza en Arizona en el año 1875 cuando nuestro protagonista, River Bass, está colgado de una soga en un árbol mientras permanece sentado sobre su caballo, rezando para que este no se mueva y no termine ahorcado. Es entonces cuando aparece el Coronel Terence B. Helena, de los Marshal, y suelta a Bass, disculpándose por haberle confundido con el forajido Bill Derby.


El coronel Helena confiesa a Bass que ha liquidado a Bill antes de que se uniera a una banda de forajidos de color y ofrece a Bass, que es negro, convertirse en ayudante de Marshal y hacerse pasar por Bill para infiltrarse en esa banda con el objetivo de desmantelarla.

Cuando Bass le cuenta a su mujer, Sheba, la oferta que le acaban de hacer, esta le insta a que no acepte el trabajo porque “la única razón por la que ese coronel blanco quiere que seas su ayudante es porque eres negro y quiere detener a una banda de negros. Es como mandar a un perro a cazar lobos…”. Sin embargo, Bass decide aceptar el trabajo convirtiéndose en el primer Sheriff negro de los US. Marshal.


De esta manera, Bass se infiltra en esta peligrosa banda liderada por un misterioso hombre al que todos llaman Milord, y cuyos próximos acontecimientos provocarán que la que inicialmente era una misión de justicia se convierta en una de supervivencia para el propio Bass.

El personaje de River Bass está basado en Bass Reeves, el primer afroamericano en formar parte de los Marshal gracias a su habilidad con el revólver (siempre llevaba dos Colt cruzados para desenfundar más rápido), al conocimiento de la geografía de Arkansas y por su dominio de varias lenguas indias. Fue servidor de la justicia durante 35 años en los que capturó a más de 3.000 fugitivos y mato tan sólo a 14 hombres. Murió el 12 de enero de 1910 a los 72 años de edad.
 

Una de las cosas que hace tan interesante este cómic es su propuesta atrevida para coger las historias que tantas veces hemos visto en películas y cómics pero poniéndolas al servicio de un protagonista de color. Hay que tener en cuenta que en el año en el que trascurre la historia, 1875, en América ya se había abolido la esclavitud gracias a Abraham Lincoln pero eso no significaba que los afroamericanos fueran ciudadanos de pleno derecho como sus semejantes blancos. Es decir, eran libres pero seguían siendo ciudadanos de tercera categoría.

Esta ambigüedad sabe recogerla de maravilla el guionista Darko Macan (Dark Horse, Marvel, Vértigo) y dotar a la historia de situaciones y diálogos sensacionales que ponen de manifiesto esa semi-esclavitud a la que todavía siguen sometidos las personas de color y la desconfianza de estos hacia todo lo que provenga de los blancos, como demuestra Sheba que cree que el coronel Helena quiere usar a Bass como su perrito faldero. Y por supuesto, dará lugar a situaciones en las que se demuestra que la palabra de un negro tiene menos valor que la de un blanco, lo cual perjudica seriamente a nuestro querido Bass quien nadie cree que sea Sheriff… “¿Quién en su sano juicio le daría una placa a un negro?”.


El dibujo está a manos de Igor Kordey (Norma Editorial, Panini, ECC Ediciones…) quien consigue dar a cada personaje una identidad propia, con trazos exquisitos que consiguen reflejar a la perfección hasta la más mínima arruga… Es impresionante ver cómo este lujo de detalles que nos regala Kordey nos permite vislumbrar la personalidad de cada personaje tan sólo por su corte de pelo, su barba, su manera de vestir, de gesticular, sus miradas...


Y por supuesto, no podría faltar una mención especial al color a cargo de Desko a quien, personalmente, desconocía pero que me gustado mucho el trabajo que ha hecho dando vida a los dibujos de Kordey e iluminando perfectamente el cómic con unos atardeceres y unos cielos preciosos pero, sobre todo, destaca la perfecta unión entre dibujante y colorista que hacen que hasta los más mínimos detalles cobren vida como por ejemplo la lluvia, el barro, el sudor, los ojos… casi podemos sentir como corre la sangre por las venas de nuestro protagonista en un momento dado.


En conclusión, tenemos un cómic muy recomendable y entretenido, con un dibujo que recuerda a los cómics de toda la vida hechos a mano y con una historia muy interesante y que promete ser todavía más interesante en los siguientes tomos. El único pero que le pongo a este primer tomo es que el personaje de Bass no está totalmente aprovechado, parece que va con el freno de mano echado, ya que nos los venden como un audaz pistolero y que tiene muchos pecados a sus espaldas y la sensación que me ha dado en esta primera historia es que intenta pasar desapercibido hasta el final de la trama. Esta es una primera historia y, por supuesto, se ha ganado una oportunidad para ver hacia dónde nos lleva el siguiente tomo.

Espero que os haya gustado esta crítica y os animés a comprar este ejemplar que cuesta 12,95 euros pero merece muchísimo la pena.

Un abrazo Lawrenian@s!

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