Whola Lawrenian@s!!!
Por fin ha llegado a los cines la esperada tercera entrega de del
asesino más famoso y más querido por millones de espectadores amantes del buen
cine de acción, un cine que cada vez escasea más y que parecía más propio de
otra década en la que las películas de acción tenían una fórmulas mucho más
frescas y atrevidas que ahora que parece que el cine de acción es sólo
explosiones y mamporros. Como digo, esas fórmulas parecían agotadas al ver que
no llegaban a cartelera películas de acción que tuvieran la magia que en su
momento tuvieron títulos como Rambo, Terminator,
Commando, Robocop, Depredador, La jungla de Cristal… Hasta que llegó John Wick.
La primera película no llegó a los cines, tuvimos que verla en Netflix y fue una tremenda sorpresa
para millones de aficionados al cine de acción porque nos encontramos una muy
buena película de acción y, además, era cine de primera categoría a pesar del
paupérrimo presupuesto (20 millones), creando todo un universo alrededor de ese
mundo de los asesinos, con El Continental, las monedas de oro, el intimidante
pasado de Baba Yaga, quién era en realidad esa mosquita muerta que parecía John Wick pero que cuando los mayores “cabrones”
de la mafia rusa nombraban su nombre les entraba un escalofrío por el cuerpo,
reconociéndolo como ”el hombre al que
llamas cuando quieres matar al puto hombre del saco”. La segunda película
era necesaria y llegó en 2017 consiguiendo superar con mucho la original: con
más acción, una acción completamente fresca consiguiendo reinventar la manera
de repartir cera a los malos, con más cine demostrando una vez más que se puede
hacer buen cine de acción y que, además, se pueda hacer una buena película,
sólida, dando mayor visibilidad a toda esa telaraña que atrapa el mundo de los
asesinos, bebiendo del cine Kurosawa con
respecto al tratamiento que se le daba al mundo de los samuráis, a los señores
de las grandes familias en esas sociedades feudales en las que palabras como
honor, respecto y lealtad tenían una importancia capital, no se usaban a la
ligera. John Wick pertenece a esa
familia de samuráis dentro de esa sociedad feudal del mundo de los asesinos,
con esos señores de la guerra, de las grandes familias en las que sus miembros
forman parte de la Alta Mesa y deciden las reglas a seguir por todos los
señores y todos los samuráis, convirtiendo en Ronin a cualquiera que viva ajeno
a esas reglas, como le pasará a Wick
al final de la segunda entrega al saltarse las reglas que tan bien conoce.
Y por fin llegamos a John Wick
3 Parabellum (podéis comprobar si he acertado o no en mis teorías sobre lo que podía pasar en esta nueva entrega en este enlace), una película a la que le tenía muchísimas ganas de ver y que,
tras salir del cine, salí con una sensación extraña… No es decepción pero lo
cierto es que tenía la ilusión y la esperarme algo muy superior a lo que vimos
en John Wick 2 Pacto de Sangre. Para
que me entendáis, es como estar esperando la Navidad, los regalos de reyes y
descubres quienes son en realidad los Reyes. Aceptas los regalos igualmente y, por
supuesto, el año que viene sigues teniendo una cita ineludible la madrugada del
seis de Enero para ver los nuevos regalos, independientemente de dónde salgan.
Pues con esa sensación he salido de la sala, diciendo: Me ha gustado en su mayor parte pero no he salido con la misma
sensación que salí con John Wick 2
en la que salía engorilado diciendo: Por
dios, que hagan la 3 ya, la necesito! En esta ocasión digo: Ha estado
bien y si sacan otra vendré a verla pero tengo la sensación de que la casa empieza a tambalearse...
Tras lo sucedido en John Wick 2
Pacto de Sangre en la que nuestro protagonista acababa siendo un ronin y en
la que todos los asesinos del mundo iban a ir a por él en una hora por una
recompensa de 14 millones de dólares. Nada más empezar la película vemos a John Wick (Keanu Reeves) huyendo con su perro mientras todos los asesinos
están esperando que se cumpla la hora de tregua para ir a cazarlo y veremos cómo
no hay ningún sitio en el que Wick
pueda esconderse. Tendrá que usar todo su talento, toda su experiencia y, sobre
todo, tirar de favores para conseguir huir en busca de la redención por sus
pecados. Todo ello en medio de una cacería en la que todos los asesinos del
mundo irán detrás de él, acechándole por cualquier parte del mundo, a la vez
que todo aquel que le ha ayudado en la película anterior tendrán que pagar
también sus pecados y renovar sus votos con la Alta Mesa.
El inicio de la película es brutal, con un ritmo trepidante y unas
escenas de acción bestiales que una vez más son refrescantes, no repiten
fórmula y nos presentan nuevos métodos para dar cera a todo aquel que ose
cruzarse en el camino de John Wick.
Todo le vale a este buen hombre para dar leña a sus oponentes: libros,
cristales, cuchillos, pistolas, revólveres, escopetas, fusiles de asalto,
caballos…. Es sensacional como una vez más los animales son aprovechados en
estas películas, convirtiéndolos en protagonistas en muchos momentos y siendo
compañeros de viaje y como alguien les haga daño, los defenderemos como si
miembros de nuestra familia se tratase. El uso que en esta película se le da a
los caballos y a los perros, a los pastores alemanes de Sofía (Halle Berry) es
sencillamente épico, esos perretes se merecen una película propia porque madre
mía, que malas bestias! Saben dónde tienen que tirarse para hacer mucha pupa….
Una cosa que me ha gustado mucho es como en un momento dado en una
escena de acción en Casablanca, el personaje de Keanu Reeves da un paso atrás para ceder protagonismo a Halle Berry para que se luzca en
pantalla y lo hace con maestría, siendo una auténtica ricura ver cómo reparte
leña de la buena junto a sus perros y en más de una ocasión pensaba: Esta mujer
tiene su propia película dentro del universo John Wick y sería tan interesante o incluso más que la de Wick. Es decir, que esta película
consigue seguir ampliando ese universo de los asesinos tanto en lugares comunes
como el Continental de Casablanca, como sobre el origen de Wick como la aparición de nuevos personajes que hacen más rico
este universo.
Otro gran acierto es darle más espacio también a Lance Reddick, el recepcionista o cancerbero del hotel Continental de Nueva York, que en esta película lo veremos por fín en acción repartiendo cera de la buena.
Como digo, las escenas de acción son brutales en todos los sentidos.
La escena de la biblioteca, de Casablanca, la escena del caballo, las motos, el
asalto al Continental… es todo una maravilla en ese sentido. Entonces, si tanto me ha gustado y todo es tan maravilloso, ¿de
qué me quejo? Pues bien, los problemas que veo son los siguientes:
1º El principio de la película me parece
increíble en lo referente a acción pero cuando esta termina y vemos a John Wick teniendo que pedir a un
personaje un salvoconducto para salir de Nueva York, creo que el ritmo
decae no estrepitosamente pero sí que noto un cambio de ritmo importante
que creo que no pasaba en Pacto de Sangre. Esto mismo me pasa más adelante
cuando llega nuestro protagonista a Casablanca, con unas escenas que
visualmente son muy hermosas tanto en la ciudad como en el desierto pero me
da la sensación de tensan demasiado la trama, buscando una profundidad a
base de ponerse serios, profundos, que a mi modo de ver hace que pegue un
bajón de ritmo importante y es una cosa que en la dos primeras supieron
gestionar mejor, ponerse profundos en ciertos momentos pero sin penalizar
el ritmo de la trama.
2º El villano, Zero (Mark Dacascos), visualmente es muy atractivo y en muchos momentos me recuerda a Yul Brynner, lo cual lo hace todavía más interesante para mí. Sin embargo, cuando abre la boca lo fastidia todo porque parece una colegiala que se muere de ganas de conocer a John Wick y es como una parodia, como si fuera un bufón. Sus escenas de acción están genial y el personaje tiene una presencia muy potente pero no sé si el fallo será el doblaje que hace que no te lo tomes en serio o qué pero cuando abre la boca la caga (la voz no le pega para nada) y se comporta a veces de una manera histriónica que no acabas de entender, parece que le falta un tornillo.
3º El final está excesivamente alargado.
Hay una escena final de lucha entre dos secuaces de Zero con John Wick
y, posteriormente, la pelea con Zero
que a mi modo de ver se han gustado mucho a sí mismo y la han alargado en
exceso y se nota ¿Sabéis por qué se nota? Porque
todas las demás escenas de acción funcionan con fluidez y es un disfrute
absoluto y, en esta ocasión, hacía el final de la peli con estos tres villanos,
estaba diciendo: Venga John, mátalos
o que te maten pero avancemos, que nos hemos quedado enquistados aquí.
4º El final de la película y el
desenlace entre dos de sus personajes protagonistas es completamente
incomprensible en cuanto a cómo nos han construido a estos personajes
durante estas tres primeras películas y llegan ahora y uno de ellos rompe
con todo lo que nos habían contado y presentado sobre él para, a mi modo
de ver, justificar una cuarta película y, además, la película acaba en el
mismo punto que empieza con respecto a John Wick y al Continental, entonces…. ¿Para qué esta película?
Vemos escenas de acción super potentes, conocemos más lugares comunes de
esa franquicia de hoteles Continental, conocemos a más miembros cercanos a
la Alta Mesa pero al final todo lo que pasa nos lleva a estar en el mismo
punto de partida que al principio de la cinta, pero hemos ampliado el
Universo de los asesinos. Creo que el personaje de Ian Mcshane (Wiston),
tendría que haber muerto en esta película para ser coherentes con toda la
saga.
5º John Wick
se desdice en un momento determinado que acepta hacer algo a cambio del
perdón por lo realizado en Pacto de
Sangre y, finalmente, decide incumplir su promesa, algo que se desdice
completamente con lo que nos han vendido en esta franquicia acerca de este
personaje: que es un hombre recto, que cuando quiere hacer algo no hay nada
que lo desvíe de su camino y que cuando tiene un objetivo entre ceja y
ceja, lo consigue. Pues bien, en esta ocasión hace todo lo contrario, que
es dudar de lo que tiene que hacer para terminar cediendo e incumpliendo
su misión, no alcanza el objetivo que se había fijado. Alguien dirá: Bueno es que lo que pasa es que John
Wick ante todo es un hombre justo que busca hacer el bien y sabe que
acabar con este “objetivo” no es lo correcto. Y yo diré: Ya… ¿Cómo en John Wick 2 cuando debe
cumplir con la misión de acabar con Gianna D´Antonio (Claudia Gerini)? Ahí
sí que era justo y hacía lo correcto… claro… John Wick es un personaje que está por encima del bien y del
mal y que no duda en apretar el gatillo cuando la situación lo requiere y
eso es algo que se ha demostrado en todas las películas pero en esta
ocasión se desdice de manera forzada para hacer una cuarta entrega, ni más
ni menos.
En conclusión y sin entrar en spoilers, John Wick 3 Parabellum
en cuanto a escenas de acción es muy superior a sus predecesoras pero en su
conjunto, es inferior a la que para mi sigue siendo la mejor: John Wick 2 Pacto de Sangre. Creo que en
los últimos 10 minutos de película se han bajado los pantalones para justificar
de manera precipitada la cuarta entrega y es algo que no entiendo porque si
algo ha demostrado la saga de John Wick
es que no necesita rizar el rizo ni estirar el chicle, tiene suficientes
mimbres para seguir ampliando ese universo de los asesinos sin necesidad de
forzar la trama en una u otra dirección. Por ejemplo, ¿qué tal una cuarta entrega con el personaje de Sofía? Yo la veo como nueva gerente del Continental de Nueva York, no digo más...
Ya para terminar, como guiño, cuando veáis la escena de entrada y salida de la biblioteca, fijaros en los chicos que salen cantando acapella en la entrada y a ver si descrubís qué canción están cantando. Os doy una pista: Take you back de Rocky, ¿os dísteis cuenta?
Espero que os haya gustado esta crítica y que me dejéis vuestros comentarios
y sugerencias.
Un abrazo Lawrenian@s y, recordad, Nada está escrito.
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