domingo, 2 de junio de 2019

John Wick 3 Parabellum


Whola Lawrenian@s!!!

Por fin ha llegado a los cines la esperada tercera entrega de del asesino más famoso y más querido por millones de espectadores amantes del buen cine de acción, un cine que cada vez escasea más y que parecía más propio de otra década en la que las películas de acción tenían una fórmulas mucho más frescas y atrevidas que ahora que parece que el cine de acción es sólo explosiones y mamporros. Como digo, esas fórmulas parecían agotadas al ver que no llegaban a cartelera películas de acción que tuvieran la magia que en su momento tuvieron títulos como Rambo, Terminator, Commando, Robocop, Depredador, La jungla de Cristal… Hasta que llegó John Wick.

 

La primera película no llegó a los cines, tuvimos que verla en Netflix y fue una tremenda sorpresa para millones de aficionados al cine de acción porque nos encontramos una muy buena película de acción y, además, era cine de primera categoría a pesar del paupérrimo presupuesto (20 millones), creando todo un universo alrededor de ese mundo de los asesinos, con El Continental, las monedas de oro, el intimidante pasado de Baba Yaga, quién era en realidad esa mosquita muerta que parecía John Wick pero que cuando los mayores “cabrones” de la mafia rusa nombraban su nombre les entraba un escalofrío por el cuerpo, reconociéndolo como ”el hombre al que llamas cuando quieres matar al puto hombre del saco”. La segunda película era necesaria y llegó en 2017 consiguiendo superar con mucho la original: con más acción, una acción completamente fresca consiguiendo reinventar la manera de repartir cera a los malos, con más cine demostrando una vez más que se puede hacer buen cine de acción y que, además, se pueda hacer una buena película, sólida, dando mayor visibilidad a toda esa telaraña que atrapa el mundo de los asesinos, bebiendo del cine Kurosawa con respecto al tratamiento que se le daba al mundo de los samuráis, a los señores de las grandes familias en esas sociedades feudales en las que palabras como honor, respecto y lealtad tenían una importancia capital, no se usaban a la ligera. John Wick pertenece a esa familia de samuráis dentro de esa sociedad feudal del mundo de los asesinos, con esos señores de la guerra, de las grandes familias en las que sus miembros forman parte de la Alta Mesa y deciden las reglas a seguir por todos los señores y todos los samuráis, convirtiendo en Ronin a cualquiera que viva ajeno a esas reglas, como le pasará a Wick al final de la segunda entrega al saltarse las reglas que tan bien conoce.


Y por fin llegamos a John Wick 3 Parabellum (podéis comprobar si he acertado o no en mis teorías sobre lo que podía pasar en esta nueva entrega en este enlace), una película a la que le tenía muchísimas ganas de ver y que, tras salir del cine, salí con una sensación extraña… No es decepción pero lo cierto es que tenía la ilusión y la esperarme algo muy superior a lo que vimos en John Wick 2 Pacto de Sangre. Para que me entendáis, es como estar esperando la Navidad, los regalos de reyes y descubres quienes son en realidad los Reyes. Aceptas los regalos igualmente y, por supuesto, el año que viene sigues teniendo una cita ineludible la madrugada del seis de Enero para ver los nuevos regalos, independientemente de dónde salgan. Pues con esa sensación he salido de la sala, diciendo: Me ha gustado en su mayor parte pero no he salido con la misma sensación que salí con John Wick 2 en la que salía engorilado diciendo: Por dios, que hagan la 3 ya, la necesito! En esta ocasión digo: Ha estado bien y si sacan otra vendré a verla pero tengo la sensación de que la casa empieza a tambalearse...

 
Tras lo sucedido en John Wick 2 Pacto de Sangre en la que nuestro protagonista acababa siendo un ronin y en la que todos los asesinos del mundo iban a ir a por él en una hora por una recompensa de 14 millones de dólares. Nada más empezar la película vemos a John Wick (Keanu Reeves) huyendo con su perro mientras todos los asesinos están esperando que se cumpla la hora de tregua para ir a cazarlo y veremos cómo no hay ningún sitio en el que Wick pueda esconderse. Tendrá que usar todo su talento, toda su experiencia y, sobre todo, tirar de favores para conseguir huir en busca de la redención por sus pecados. Todo ello en medio de una cacería en la que todos los asesinos del mundo irán detrás de él, acechándole por cualquier parte del mundo, a la vez que todo aquel que le ha ayudado en la película anterior tendrán que pagar también sus pecados y renovar sus votos con la Alta Mesa.


El inicio de la película es brutal, con un ritmo trepidante y unas escenas de acción bestiales que una vez más son refrescantes, no repiten fórmula y nos presentan nuevos métodos para dar cera a todo aquel que ose cruzarse en el camino de John Wick. Todo le vale a este buen hombre para dar leña a sus oponentes: libros, cristales, cuchillos, pistolas, revólveres, escopetas, fusiles de asalto, caballos…. Es sensacional como una vez más los animales son aprovechados en estas películas, convirtiéndolos en protagonistas en muchos momentos y siendo compañeros de viaje y como alguien les haga daño, los defenderemos como si miembros de nuestra familia se tratase. El uso que en esta película se le da a los caballos y a los perros, a los pastores alemanes de Sofía (Halle Berry) es sencillamente épico, esos perretes se merecen una película propia porque madre mía, que malas bestias! Saben dónde tienen que tirarse para hacer mucha pupa….


Una cosa que me ha gustado mucho es como en un momento dado en una escena de acción en Casablanca, el personaje de Keanu Reeves da un paso atrás para ceder protagonismo a Halle Berry para que se luzca en pantalla y lo hace con maestría, siendo una auténtica ricura ver cómo reparte leña de la buena junto a sus perros y en más de una ocasión pensaba: Esta mujer tiene su propia película dentro del universo John Wick y sería tan interesante o incluso más que la de Wick. Es decir, que esta película consigue seguir ampliando ese universo de los asesinos tanto en lugares comunes como el Continental de Casablanca, como sobre el origen de Wick como la aparición de nuevos personajes que hacen más rico este universo.


Otro gran acierto es darle más espacio también a Lance Reddick, el recepcionista o cancerbero del hotel Continental de Nueva York, que en esta película lo veremos por fín en acción repartiendo cera de la buena.


Como digo, las escenas de acción son brutales en todos los sentidos. La escena de la biblioteca, de Casablanca, la escena del caballo, las motos, el asalto al Continental… es todo una maravilla en ese sentido. Entonces, si tanto me ha gustado y todo es tan maravilloso, ¿de qué me quejo? Pues bien, los problemas que veo son los siguientes:


1º El principio de la película me parece increíble en lo referente a acción pero cuando esta termina y vemos a John Wick teniendo que pedir a un personaje un salvoconducto para salir de Nueva York, creo que el ritmo decae no estrepitosamente pero sí que noto un cambio de ritmo importante que creo que no pasaba en Pacto de Sangre. Esto mismo me pasa más adelante cuando llega nuestro protagonista a Casablanca, con unas escenas que visualmente son muy hermosas tanto en la ciudad como en el desierto pero me da la sensación de tensan demasiado la trama, buscando una profundidad a base de ponerse serios, profundos, que a mi modo de ver hace que pegue un bajón de ritmo importante y es una cosa que en la dos primeras supieron gestionar mejor, ponerse profundos en ciertos momentos pero sin penalizar el ritmo de la trama.


2º El villano, Zero (Mark Dacascos), visualmente es muy atractivo y en muchos momentos me recuerda a Yul Brynner, lo cual lo hace todavía más interesante para mí. Sin embargo, cuando abre la boca lo fastidia todo porque parece una colegiala que se muere de ganas de conocer a John Wick y es como una parodia, como si fuera un bufón. Sus escenas de acción están genial y el personaje tiene una presencia muy potente pero no sé si el fallo será el doblaje que hace que no te lo tomes en serio o qué pero cuando abre la boca la caga (la voz no le pega para nada) y se comporta a veces de una manera histriónica que no acabas de entender, parece que le falta un tornillo.


El final está excesivamente alargado. Hay una escena final de lucha entre dos secuaces de Zero con John Wick y, posteriormente, la pelea con Zero que a mi modo de ver se han gustado mucho a sí mismo y la han alargado en exceso y se nota ¿Sabéis por qué se nota? Porque todas las demás escenas de acción funcionan con fluidez y es un disfrute absoluto y, en esta ocasión, hacía el final de la peli con estos tres villanos, estaba diciendo: Venga John, mátalos o que te maten pero avancemos, que nos hemos quedado enquistados aquí.


 4º  El final de la película y el desenlace entre dos de sus personajes protagonistas es completamente incomprensible en cuanto a cómo nos han construido a estos personajes durante estas tres primeras películas y llegan ahora y uno de ellos rompe con todo lo que nos habían contado y presentado sobre él para, a mi modo de ver, justificar una cuarta película y, además, la película acaba en el mismo punto que empieza con respecto a John Wick y al Continental, entonces…. ¿Para qué esta película? Vemos escenas de acción super potentes, conocemos más lugares comunes de esa franquicia de hoteles Continental, conocemos a más miembros cercanos a la Alta Mesa pero al final todo lo que pasa nos lleva a estar en el mismo punto de partida que al principio de la cinta, pero hemos ampliado el Universo de los asesinos. Creo que el personaje de Ian Mcshane (Wiston), tendría que haber muerto en esta película para ser coherentes con toda la saga.


John Wick se desdice en un momento determinado que acepta hacer algo a cambio del perdón por lo realizado en Pacto de Sangre y, finalmente, decide incumplir su promesa, algo que se desdice completamente con lo que nos han vendido en esta franquicia acerca de este personaje: que es un hombre recto, que cuando quiere hacer algo no hay nada que lo desvíe de su camino y que cuando tiene un objetivo entre ceja y ceja, lo consigue. Pues bien, en esta ocasión hace todo lo contrario, que es dudar de lo que tiene que hacer para terminar cediendo e incumpliendo su misión, no alcanza el objetivo que se había fijado. Alguien dirá: Bueno es que lo que pasa es que John Wick ante todo es un hombre justo que busca hacer el bien y sabe que acabar con este “objetivo” no es lo correcto. Y yo diré: Ya… ¿Cómo en John Wick 2 cuando debe cumplir con la misión de acabar con Gianna D´Antonio (Claudia Gerini)? Ahí sí que era justo y hacía lo correcto… claro… John Wick es un personaje que está por encima del bien y del mal y que no duda en apretar el gatillo cuando la situación lo requiere y eso es algo que se ha demostrado en todas las películas pero en esta ocasión se desdice de manera forzada para hacer una cuarta entrega, ni más ni menos.



En conclusión y sin entrar en spoilers, John Wick 3 Parabellum en cuanto a escenas de acción es muy superior a sus predecesoras pero en su conjunto, es inferior a la que para mi sigue siendo la mejor: John Wick 2 Pacto de Sangre. Creo que en los últimos 10 minutos de película se han bajado los pantalones para justificar de manera precipitada la cuarta entrega y es algo que no entiendo porque si algo ha demostrado la saga de John Wick es que no necesita rizar el rizo ni estirar el chicle, tiene suficientes mimbres para seguir ampliando ese universo de los asesinos sin necesidad de forzar la trama en una u otra dirección. Por ejemplo, ¿qué tal una cuarta entrega con el personaje de Sofía? Yo la veo como nueva gerente del Continental de Nueva York, no digo más...


Ya para terminar, como guiño, cuando veáis la escena de entrada y salida de la biblioteca, fijaros en los chicos que salen cantando acapella en la entrada y a ver si descrubís qué canción están cantando. Os doy una pista: Take you back de Rocky, ¿os dísteis cuenta?

Espero que os haya gustado esta crítica y que me dejéis vuestros comentarios y sugerencias.

Un abrazo Lawrenian@s y, recordad, Nada está escrito.

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