viernes, 20 de septiembre de 2019

Ad Astra (Hacia las estrellas)

Whola Lawrenian@s!!!

Ya ha llegado a los cines la película Ad Astra, una aventura espacial con elementos de drama, ciencia ficción y thriller que durante 122 minutos nos harán partícipes del viaje del astronauta Roy McBride (Brad Pitt) a través del Sistema Solar para encontrar a su padre que lleva más de 20 años perdido en el espacio y, a su vez, investigar un misterio que amenaza con destruir toda la vida en la Tierra. Una aventura espacial en la que lo más importante no es el destino sino el viaje en sí, un viaje en el que la soledad cobra una importancia capital para entender los pecados del padre y cómo estos han marcado a Roy durante toda su vida/carrera.

Antes de empezar con la crítica, quiero decir que la película me ha encantado, creo que es de las mejores películas del año y está en mi top 5 de películas sobre el espacio.

 

Sin embargo, Ad Astra no es una película para todos los públicos ya que mucha gente va a ir a verla y va a salir decepcionado porque la cinta no va a cumplir con sus expectativas. Salvando las distancias pero para que me entendáis, creo que va a pasar algo similar a lo que ocurrió con Dunkerque (Christopher Nolan, 2017), que mucha gente fue al cine esperando ver una fiesta de fuegos artificiales, explosiones y acción como era Salvar al Soldado Ryan (Steven Spielberg, 1998) y se encontraron una película de supervivencia, una película sobre una derrota en la que el director te mantenía en una incomodísima tensión durante los 106 minutos que duraba la cinta en los que tenías la sensación de estar en peligro en todo momento.


Dirigida por James Gray (Z La ciudad Perdida, 2016), la película tiene un comienzo trepidante que te atrapa en la butaca desde el minuto 1 con una escena que empieza al más puro estilo Gravity (Alfonso Cuaron, 2013) pero que sorprende con la manera en la que se resuelve ya que lo hace de una manera que puede parecer excesivamente espectacular pero que es algo que ya hemos visto en la vida real (el famoso salto de Felix Baumgartner). Esta será sin duda una de las grandes cualidades de la película, que a pesar de ser una aventura espacial, el espectador se mantenga crédulo ante lo que ocurre en la pantalla gracias precisamente a ese realismo y sobriedad que se mantiene durante toda la cinta.


Hablo de sobriedad refiriéndome concretamente a dos cosas:
  • La actuación de Brad Pitt, que me parece soberbia y que hay que recordar que ahora mismo en cartelera podemos verle en esta película como protagonista y también en Erase una vez... Hollywood, que menudo año lleva este actor.
  • El ritmo de la película es pausado, que no lento y es que hay que recordar que aunque hablemos de una aventura espacial, Ad Astra es un drama familiar en el que tanto el personaje de Roy McBride (Brad Pitt) como el de su padre Clifford McBride (Tommy Lee Jones) se nos iran presentando poco a poco para acabar conociéndolos y descubramos cuáles son sus motivaciones, sus fantasmas del pasado, sus pecados, sus miedos y qué les ha llevado a cada uno a ser como es.. La manzana no cae lejos del árbol ¿verdad?

Como digo, los personajes están respaldados con un guión sólido con el que el director juega muy bien, troceando la información que quiere brindarnos sobre Clifford McBride para ir repartiéndola durante todo el metraje para así mantenernos la incertidumbre sobre si es héroe o villano. Si a esto le sumamos que su hijo, Roy McBride (Pitt) tiene como misión ir a encontrar a su padre para arrojar algo de luz sobre el misterio que amenaza la vida en la Tierra y una vez descubierto, ayudar a solventarlo cueste lo que cueste... es imposible no ver las similitudes entre esta película y Apocalypse Now (en cuanto al objetivo de la misión y en cómo nos van dosificado y presentando la información del Coronel Kurtz interpretado por Marlon Brando, en este caso de Clifford McBride). Sin embargo, en Ad Astra todas las luces y sombras acerca del objetivo de la misión (el padre de Roy) nos viene dada por el resto de personajes que acompañan en este viaje a Roy, en lugar de provenir de un dosier secreto como en la película de Francis Ford Coppola.


Esta es sin duda la referencia más sencilla de identificar pero la película está repleta de otras muchas como por ejemplo:
  • 2001, una Odisea en el Espacio: En cuanto al los viajes comerciales a la Luna.
  • The Martian: El momento "tengo que salir de aquí" y más vale que me ponga manos a la obra porque sino de aquí no salgo (momento escudo en mano).
  • El Francotirador/Apocalypse Now: Todo lo referente al drama del personaje que nunca termina de echar raices en ningún sitio con el tema de que cuando está en casa, no está al 100%.
  • Interstellar: No hay unos seres inteligentes esperando que los encontremos ni aguardando para salvarnos de nuestra propia autodestrucción. Nosotros somos nuestro propio Dios.
  • Contact: En muchos momentos, el personaje de Tommy Lee Jones (Clifford McBride) hace mención a su objetivo de encontrar vida inteligente y cómo para ello necesita contar con la ayuda de Dios. Una vez más vemos como la Ciencia y la Religión pueden convivir sin que una penalice a la otra, como vimos en Contact.
  • Z La ciudad Perdida/Firts Man: En ambas películas, el protagonista siempre está ávido de vivir aventuras, de adentrase en un mundo desconocido y, sobre todo, de estar lejos de casa ya que es una vida que no parece estar hecha para él. En todas ellas, vamos viendo como a medida que avanza la trama el egoismo de sus protangonistas (quienes sólo piensan en lograr sus objetivos) va evolucionando hasta un momento de ruptura consigo mismo para acabar abrazando sus raices, su familia, reconociendo sus propios pecados.

 

Otra de las cosas que me han gustado de esta película es que su protagonista, Brad Pitt, no es el héroe americano en el que se depositan todos los valores a los que nos tienen acostumbrados los yankis, a esos super hombres que hacen lo que deben hacer por su país sin cuestionarse si está bien o mal. Aquí no, aquí tenemos a un hombre que es el mejor en lo suyo precisamente porque, al vivir lo que ha vivido en su entorno familiar con la desaparición de su padre en la misión Lima en busca de vida extraterrestre dentro del Sistema Solar, eso lo hace alejarse de cualquier vínculo afectivo para convertirse en un astronauta frío, metódico y calculador, negando siempre sus emociones salvo que a él le interese exteriorizarlas para interactuar con sus compañeros de tripulación pero sin perder nunca de vista su objetivo. Esto se ve perfectamente en un momento de "celebración" en que sus compañeros se toman una gota de alcohol (flotante) al despegar de la luna y, sin embargo, Roy ni la prueba, la guarda en el bolsillo de su pantalón auto negándose a poder disfrutar de ese momento.


Luces y sombras sobre nuestro protagonista, que acepta participar en esta misión a través del Sistema Solar en busca de su padre, no para salvar a la Tierra ("esa canica azul") de la misteriosa amenaza ni para ayudar a la compañía SpaceCom, sino para saldar cuentas con su padre por haberle abandonado y dejar de vivir tras su sombra (ya que fue un pionero, un ejemplo a seguir para muchos otros astronautas). Pero ya se sabe, ten cuidado con lo que deseas que quizás se cumpla... y te acabas dando un baño de realidad.


El reparto de actores secundarios es sensacional (Donald Sutherland, Liv Tylor, Ruth Negga) porque apenas salen 10 minutos en pantalla pero el guión les otorga una profundidad que con apenas cuatro frases y gracias al talento interpretativo de los actores, consiguen que tanto la figura de Roy como la de su padre salgan fortalecidas.

Otro de los grandes atractivos de esta película es su fotografía a cargo de Hoyte van Hoytema quien trabajó también en Interstellar, Dunkerque o Spectra. Es increible el trabajo de color e iluminación en esta película que por momentos recuerda visualmente a Blade Runner 2049, ahí es nada... Los colores de Marte son una maravilla y el paseo por el sendero lunar es inmersivo, vas montado en ese Rover lunar en medio de una carrera al más puro estilo Mad Max 2.


Con todo ello, estamos sin ninguna duda ante una de las mejores películas del año, con una historia intimista que consigue mantener al espectador en vilo durante este viaje de dos horas en las que Pitt se zambulle en la oscuridad más absoluta del Sistema Solar con el único objetivo de descubrir la verdad entorno a su padre y encontrar la redención consigo mismo.

Espero que os haya gustado esta crítica.
Un abrazo Lawrenian@s y, recordad, Nada está escrito

2 comentarios:

  1. Todavía no la he visto, pero la crítica me anima a ello. Una pequeña errata: Liv Tyler, hija del cantante de Aerosmith, en lugar de Taylor...sin duda te ha venido a la cabeza el apellido de la famosa actriz.

    ResponderEliminar