jueves, 9 de mayo de 2019

The Wandering Earth (Netflix)


Whola Lawrenian@s!!!

Cuando hablamos de cine de catástrofes, siempre se suelen mencionar títulos como Armageddon, 2012, San Andrés, El día de mañana o, tirando más para casa, Lo imposible. Pues bien, la película de la que os hablo hoy, The Wandering Eart (La Tierra errante), es una super producción china que hace que todas esas películas se queden en una mera anécdota en cuanto a catástrofes se refiere y a lo exagerado de su propuesta. Me explico a continuación…

 

Esta película que podéis disfrutar en la plataforma Netflix nace de la premisa de que la vida en la Tierra cada vez es más extrema debido al cambio climático a consecuencia del cual hay incendios, maremotos, terremotos, cambios drásticos de temperatura, deshielo, crecida del nivel del mar… Hacía años que este planeta nos avisaba de que algo no iba bien pero no le hicimos caso creyendo que quienes alzaban la voz para denunciar el cambio climático jugaban a esa frase tan manida de: “Cuidado que viene el lobo…”. Pues resulta que el lobo acabó llegando y, además, el Sol cada vez se hacía más inestable por lo que, para asegurar la supervivencia de la vida humana y de la Tierra, sólo había una solución: Propulsar a la Tierra para alejarse del Sol y llegar a Júpiter para orbitar a su alrededor.

Para ello, instalan miles de motores propulsores en una de las mitades del Globo y una parte de la civilización tiene el privilegio de refugiarse en ciudades subterráneas. El resto de gente, perecerá en el exterior, congelados por las gélidas temperaturas. Es el sacrificio a pagar para poder salvar a la humanidad.

Entre esos refugiados están el padre y el hijo de Liu Peiqiang (Wu Jing), uno de los astronautas elegidos para trasladarse a una especie de Estación Espacial que hará de guía para controlar el viaje de la Tierra durante los años que dure el viaje. Esto le supondrá a Liu abandonar a su familia para poder ayudar a salvar el planeta en la que será como el mismo dice “la misión más importante de su vida”.


Tras una elipsis de 15 años que dura el viaje, todo parece ir según lo previsto pero, al llegar su destino, Júpiter, la Tierra empieza a ser atraída por la órbita gravitacional de Júpiter haciendo que esta desvíe su rumbo, lo cual sumado a que la mayoría de propulsores de la Tierra se detienen misteriosamente, todo hace creer que la Tierra terminará estrellándose contra Júpiter a no ser que desde la Estación Espacial o nuestro planeta, consigan impedirlo, ¿Lo conseguirán?


Al principio del artículo, hablaba de que este film es exagerado con respecto a otras películas dentro del género y os aseguro que no me quedo corto. Por lo general, en el cine de catástrofes, todas las amenazas que ponen en riesgo a la Tierra, acaban finalmente desapareciendo o evitándose gracias al intelecto humano y, sobre todo, al heroísmo de los valientes hombres y mujeres de la Tierra que solían hacer alguna clase de sacrificio personal por el bien de sus semejantes y que, por norma general, esos héroes suelen ser americanos, mira tú por dónde… También hay que decir que siempre son los primeros en liarla, estos americanos…. Ni con ellos ni sin ellos!


Pues bien, esta cinta, que con un presupuesto irrisorio de 50 millones de dólares recaudó más de 700 millones de dólares (blockbuster chino sin ninguna duda), bebe de un sinfín de películas del género para recoger los tópicos que conocemos de siempre pero los exagera al 3000*100, las escenas de exteriores congelados parece El día de mañana, el ordenador de la Estación Espacial recuerda a 2001 Una odisea en el Espacio, los paseos espaciales recuerda a Gravity, la conducción por ese planeta Tierra congelado recuerda a 2012 donde esa limusina trataba de huir de una ciudad que literalmente se estaba viniendo abajo, el modo en el que quieren evitar el impacto entre la Tierra y Júpiter recuerda a Armageddon con un guiño al final… Pero como digo, todo ello exagerado al nivel de: y además de todo eso, vamos a pegar un pepinazo a la Tierra y rumbo a Júpiter.


La película visualmente es una goce absoluto para cualquier cinéfilo que disfrute del cine de catástrofes ya que, como digo, The Wandering Earth va picoteando de un montón de títulos icónicos dentro del género y los da una vuelta de tuerca, exagerando todos esos tópicos como sólo los chinos saben hacer pero con un aspecto visual extraordinario y consiguiendo que esos 50 millones de presupuesto brillen durante los 125 minutos que dura la película, con algunas escenas que parecen sacadas de un videojuego post-apocalíptico como el Metro Exodus, con esos exteriores completamente congelados.

 

Otra de las cosas que exageran hasta casi la comedia son sus personajes, totalmente estereotipados que hacen que desde la primera vez que los ves sepas casi al 100% cuál va a ser su arco dramático, su arco de desarrollo durante toda la película. Creo que es sabido por todo el mundo que los asiáticos, los chinos y los japoneses, son muy exagerados en cuanto a sus gestos se refiere o, al menos, es lo que en occidente nos quieren hacer creer. Como nunca he estado en China/Japón, ni lo afirmo ni lo desmiento, pero los referentes que tengo por ejemplo del Manga y los Cosplay, es esa la imagen que dan, de personajes muy exagerados y en esta película hacen gala de ello con los típicos personajes que son puro tópico: el adulto destinado a ser el héroe mediante un gran sacrificio, la joven que en un momento dado tiene un ataque de histeria llorando a moco tendido, el abuelo que da lecciones a su nieto sobre cómo comportarse ante la vida, el soldado que es irracional y sólo piensa en la misión, el adolescente que quiere demostrar que ya no es un niño y lo pretende demostrarlo de la manera más irresponsable/absurda posible teniendo que ser rescatado por un adulto con la reprimenda oportuna, el alivio cómico que se expresa con histeria y que en más de una ocasión dan ganas de darle un “soplamocos” como diría mi madre, el hijo que guarda rencor a su padre por haberlos abandonado pero luego en cuestión de segundos está llorando por las esquinas por lo mucho que quiere a su padre…


Una de las cosas que menos me gusta es el doblaje de la película, que es en español latino, como lo oís amigos. Ya sé que de pequeños nos tragamos un  sinfín de pelis Disney  en español latino pero ahora es algo que mi cerebro rechaza completamente.  Hubiera preferido  que la hubieran dejado subtitulada porque entre que los protagonistas  están  exagerados de por sí, a eso le sumas el audio en latino... aquello parece La Sirenita.

Nadie dijo que esta película sea perfecta, ni mucho menos, para mí es un mero entretenimiento, un espectáculo visual muy bien presentado que languidece por los mismos sitios de siempre cuando se trata de hacer una película de catástrofes, que es exagerar todo hasta tal punto que el espectador se queda diciendo: Claro que si guapi, y además, con unos personajes que son tópicos con patas. Pero también es de justicia reconocer que con el presupuesto que tienen consiguen hacer que durante los 125 minutos que dura la película disfrutes como un niño de los efectos especiales y los “escenarios” que nos presentan, con esos planos de la Tierra siendo impulsada por los motores, o las naves despegando para llevar a los astronautas a la Estación Espacial o el simple hecho de ver Shangai congelada… Para mí eso ya hace que merezca la pena ver la película.


Y seamos sinceros, cuando entramos a ver esta película, entramos a muerte y dispuestos a creernos lo que nos cuenten, sabiendo que no podemos empezar a poner en tela de juicio si es posible o no lo que nos cuentan… A ver, seamos serios, que estamos hablando de que unos señores le ponen propulsores a la Tierra para llevarla de paseo hasta Júpiter! Partimos de la base de que hemos desconectado el cerebro y queremos pasar un rato divertido y entretenido con esta película sin ponernos gafapastas para hacer una tesis sobre si lo que nos cuentan es o no posible… Si vas a ver esta película con esa mentalidad, no pierdas los 125 minutos que dura la película, mejor vete a leer Los siete pilares de la naturaleza humana del amigo Leslie Stevenson, que seguro que tu YO interior lo agradecerá más. Ahora, si lo que quieres es olvidarte de los problemas del día a día y desconectar durante 125 minutos, esta es tu película.

Por todo ello, The Wandering Earth es una película muy disfrutable, un auténtico espectáculo visual digno de admirar por su paupérrimo presupuesto valorando la obra final, con unas escenas espaciales increíbles y algunas secuencias a cámara lenta que consiguen que el espectador se quede atontado viendo la película, olvidando el despropósito que son las interpretaciones de todos los personajes sin olvidar la propuesta sobre la que gira toda la película que es ponerle motores a la tierra y propulsarla hacia Júpiter… Ahí es nada!


Para terminar, os dejo el podcast de esta película, The Wandering Earth, espero que lo disfrutéis.

Un abrazo Lawrenian@s y, recordad, Nada está escrito.

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