martes, 15 de enero de 2019

Brubaker


Whola Lawrenian@s!!!

Hoy traigo al blog una de mis películas favoritas, la cual considero que es una de las mejores cintas de género carcelario (junto a Cadena Perpetua y En el nombre del padre) y en la que mi querido y admirado actor Robert Redford se come la pantalla. Hoy hablamos de Brubaker.

 
Estrenada en 1980 y dirigida por Stuart Rosenberg (famoso sobre todo por haber dirigido también La leyenda del Indomable en 1967 con Paul Newman, otro grande del cine), Brubaker nos presenta una historia real basada en una parte muy concreta de la vida de Thomas Murton, un abogado penalista americano que en 1967 fue nombrado director de la prisión estatal de Cumming, en Arkansas. El objetivo de este nombramiento era comprobar de primera mano la veracidad de un informe que se había presentado anteriormente en el que se indicaba que en aquella prisión se cometían atrocidades con los reclusos tales como abusos sexuales, torturas, extorsión...



Murton se puso manos a la obra y rapidamente vió que el informe presentado anteriormente era tan sólo la punta del iceberg. En uno de sus informes detallando lo que había averiguado decía lo siguiente: "La disciplina se aplica de forma rutinaria por los azotes, los palos, la inserción de agujas debajo de las uñas, aplastamiento de los testículos con alicates, y la última palabra en instrumentos de tortura: El “Tucker teléfono”, "un instrumento que se utiliza para enviar una corriente eléctrica a través de los genitales". Si queréis saber más sobre Murton, entrar en este enlace ¿Conoces a Tom Burton?

Con estos mimbres ya sabemos por encima de qué va a ir la película por lo que vamos a ir entrando en materia con ayuda de la sinopsis.

Henry Brubaker (Robert Redford), el nuevo alcaide de una prisión de Arkansas, decide entrar en la misma bajo una tapadera: ser un recluso más para conocer en primera persona las condiciones en las que viven los presos. Rapidamente descubre una corrupción endémica por parte de los funcionarios de prisiones, quienes maltratan a los internos y permiten que las empresas de la zona esclavicen a los reos en beneficio de las mismas y del alcaide.


Ante la grave situación, Brubaker se descubre ante el alcaide actual y hace efectivo su nombramiento, convencido de la necesidad de hacer una serie de cambios drásticos e inmediatos para reformar y sanear esa institución... pero pronto descubrirá que no se lo van a poner nada fácil.


 

Por una parte, los presos desconfían de Brubaker, dando por sentado que ahora está "muy rebelde" porque es el nuevo y quiere hacerse un nombre pero que en pocas semanas sucumbirá a los "presentes" que le prometerán desde la Administración de Prisiones para estarse calladito e incluso de las empresas de alrededor de la prisión para beneficiarse de la mano de obra esclava y gratuita de la cárcel. También es cierto que a ciertos presos no les interesa que las cosas cambien ya que algunos de ellos son presos de confianza y pueden beneficiarse de privilegios que, de otra manera, no tendrían.


Por otro lado, John Deach (lider de la Administración de Prisiones, interpetado de manera magistral por Murray Hamilton, también conocido por su papel de alcalde de la ciudad en la peli Tiburón, de Steven Spielberg) trata de atraer a Brubaker hacia su lado (corrupto) para que no toque mucho las narices y deje de proponer reformas costosas en la prisión para "hacerles la vida fácil" a los presos.


Cuando hablamos de reformas, no piensen ustedes que hablamos de instalar una piscina climatizada ni mucho menos, sino de necesidades básicas como por ejemplo: arreglar el tejado porque se está desmoronando (y asegurarlo), comprar una caldera porque la que hay no funciona, desinfectar (hay ratas)... o incluso invertir en la prisión el dinero que se gana con el trabajo de los prisioneros (que estiman en unos 150.000 dolares anuales, de aquellos años, claro...).


Una de las escenas más memorables para mi de la película es cuando, en medio de una cena de trabajo entre la Administración de Prisiones (liderada por Deach, nuestro archienemigo en esta historia) y Brubaker, que acaba tornando en discusión con reproches sobre la manera en la que el nuevo alcaide está gestionando la prisión, interviene el Senador Charles Hite (fenomenal actuación de John McMartin, borda el papel) para marcarse el siguiente speech que baja a Brubaker a la realidad: "Señor Brubaker, creo que debe usted enfrentarse a algunas duras realidades. La gente en este Estado se encuentra metida en un montón de problemas, tratando de conseguir empleo, pagar impuestos, primas de seguros... Y llegado el momento de las elecciones podrían votar por la reforma penitenciaria pero eso no es más que un reflejo. En realidad ellos no quieren que aumenten los impuestos para mantener a asesinos y violadores. Esa granja no le constaba ningún céntimo a nadie antes de que usted pusiera sus manos en ellas... ¿comprende lo que digo?".


Ante los ojos de estos corruptos, Brubaker es un idealista con actitud negativa por no someterse ante el sistema que tanto les beneficia a ellos. Irónicamente, él lucha con las armas que ese mismo sistema tiene para defender los derechos de los presos.


La trama termina de complicarse cuando Brubaker descubre a través de un recluso que ha habido presos que han sido torturados hasta la muerte y los cuerpos están enterrados en un campo al lado de la prisión. Es aquí cuando Brubaker ya no puede más y decide destaparlo todo, empezando a cavar en esa finca para descubrir los cuerpos.


Como siempre, los poderosos se las arreglan para darle la vuelta a la tortilla y destituyen al alcaide argumentando que ha perdido el control de la prisión y que los huesos encontrados son de un cementerio de gente sin hogar (curioso que estos huesos estuvieram rotos como si la persona hubiera recibido una paliza...).

Desengañado y decepcionado, Brubaker se marcha en coche mientras todos los presos le aplauden en reconocimiento por su trabajo, por haberles tratado como personas.


Uno de los grandes aciertos de la película es su elenco de actores principales y secundarios. Si no me creen, mire:
  • Yaphet Kotto: Secundario por excelencia. Ya lo vimos en otro papel importante en Alien, el octavo pasajero. Aquí hace de preso de confianza y está en medio de Brubaker y el resto de reclusos.
  • Jane Alexander: Entre sus películas más conocidas está Kramer vs Kramer. Ha estado cuatro veces nominada a los Oscars, ahí es nada... Aquí hace de mentora de Brubaker, siendo ella quien le haya propuesto para dirigir la prisión y será quien luego le ayude a lidiar con su archienemigo, Deach.
  • Morgan Freeman: Fue el primer papel de su carrera cinematográfica (ya era conocido en televisión). Hace un aparición relámpago pero que a día de hoy sorprende ver como ya por aquel entonces ya era un actor que se comía la pantalla y que en un minuto te construía un personaje.
  • Noble Willingham:  El que fuera el famoso dueño del bar donde paraban Trivette y Walker en Walker, Texas Ranger. Aqui hace de médico corrupto que atiende a los prisioneros enfermos si le pagan los mismos enfermos... Un personaje.
  • M. Emmet Walsh: Secundario con incontables películas a sus espaldas, sobre todo fue muy reconocido su papel de Bryant en Blade Runner (1982). Aquí su personaje es un empresario que quiere aprovecharse de la mano de obra esclava (reclusos), sobornando a Brubaker con una suculenta tarta.
  • Joe Spinell: Super conocido por su papel de Gazzo en Rocky, haciendo de su jefe, un "mafioso de segunda categoría" como lo definiría nuestro querido Micky.



También cabe destacar la banda sonora, compuesta por Lalo Schifrin y que es de esas típicas melodías que se te meten en la cabeza y al salir del cine no puedes dejar de silbarla. Os la dejo aquí.

Para terminar, quiero hacer una interesante reflexión: Aunque hayan pasado 38 años desde su estreno (51 desde la historia real en 1967), es una pena que esta maravilla de película sea tan extrañamente actual, representando fielmente la telaraña de corrupción que vivimos día a día y que lo envuelve absolutamente todo... Qué antigua es la corrupción!

Espero que os haya gustado esta review.

Un abrazo Lawrenian@s!

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